Hoy, jueves 28 de mayo no acabo de creerme que este sentado en la habitación del hostel y que por fin me haya podido duchar: dos días completos con sus noches sin conseguir una cama y una ducha allá donde me tocaba parar. Y tampoco acabo de creerme que no tenga un simple rasguño después de haber soportado a esta panda de asesinos en potencia que son conductores; para echarles de comes aparte, vamos. Aun estoy elevando mis plegarias a Dios por llegar sano y salvo. Solo digo que en mi vida he soltado por esta boquita mía tantas barbaridades contra los susodichos y contra sus santas madres a las que desde aquí pido mis disculpas. No perderé el tiempo explicando los detalles pero cualquier animalada que os imanéis como peatones o como conductores la multiplicáis por diez y aun os quedáis cortos,
Desde un punto de vista cronológico debo empezar por la salida de Lima. Arranque antes de la salida del sol y al amparo de las luces de la ciudad. Trataba de evitar el caos circulatorio pero desde Miraflores hasta alcanzar la Panamericana Sur y los sucesivos kilómetros fueron un cagarme de miedo por una carretera de cuatro carriles. Carajo, que largo se me hizo este trayecto.
No tuve la precaución de tomar nota del lugar donde pare a rematar la jornada pero tampoco me importa. En un momento dado note un amago de calambre en el muslo y la señal era clara así que par'e, pregunte y acabe acampado en una playa desierta. Pude cenar algo, eso si, a las seis de la tarde porque oscurecía y el tipo del único negocio abierto se iba de allí. Era un punto estrategico de reunión de surfistas, y no era de extrañar porque el oleaje era fortísimo. En las horas previas a dormirme me hice amigo de los dos perros del dueño del chiringuito, porque ellos se quedaban sueltos ejerciendo de guardianes. Me aceptaron bien, que yo creo que fue por lo malisimamente que olia después de la sudada y sin duchar. El caso es que entr'e en el saco dispuesto a dormir con una tranquilidad como nunca la tuve en una acampada en solitario. Los perros, de nombres Osama y Lobo fueron dos compañeros geniales, al punto que Lobo (este tenia que ser, jeje) paso bastante tiempo acostado frente a la entrada de mi carpa y así lo encontré al amanecer. Me gusto esta breve relación de amistad.
Madrugón al amanecer, coñazo para recoger y cargar el equipo en la bici y vuelta a la carretera a sufrir con los conductores. Esta segunda etapa no tuve problemas de calambres pero si de escozor y dolor del culo; aun ahora ando echándome aceitito del bueno en todo el ojete a ver si en un par de dias se me pone bueno. Y lo mejor de la jornada surgió a raiz de volver a las dificultades para alojarme. Entre una bien intencionada vendedora a pie de carretera y la policia de trafico me volvieron loco con la erronea información que me dieron. Me acerque a un puesto de fruta de los miles que hay en la carretera con el propósito de comprar agua y fruta para pasar otra noche de acampada en cualquier lugar pero hete aquí que esta gente me informa que me dejan montar la tienda en un cuartucho que no usan en la parte trasera y, además, que la mama me preparara la cena. Bueno, esto ya fue la leche... siempre es la gente humilde quien acaba sacándole a uno las castañas del fuego asi que como es logico acept'e. Conocí solo una parte de la familia pues son, los padres siete hijos y tres yern@s. Por ahí dejo alguna foto donde viven, que no es otro lugar que el verdadero desierto a pie de una vía super transitada. Y decir desierto es decir "la nada" donde solo se pisa arena y el agua la traen por encargo y la almacenan en en deposito exterior para recogerla con cacharros cada vez que la necesitan, porque tuberias no tienen. Y tampoco tienen luz electrica asi que se cena pronto y se va a la cama tempranisimo. Igual tiene que ver que en la casa hubiese tanto crío y dos jovencisimas embarazadas... igual si... y la ignorancia también, supongo. Bueno, por ahí queda también una fotografia con la hermosa y traviesa Belinda y dos de sus hermanos alguno de los cuales andaba descalzo como otros miembros de la familia, total, para pisar arena. Pues nada, que tuve que pasearlos en la bici y a cambio me "ayudaron" a instalar la tienda. A decir verdad me fui de alli apenado por esa gente, porque fue poco tiempo pero me bombardearon a preguntas, y por ellas, pude ver que viven en una ignorancia tan real como injusta. Luego ves en todas las chabolas como exhiben una bandera de su patria llenos de orgullo y claro, ellos no, pero yo me pregunto ¿de quien coño se enorgullecen?.
Y hoy mi cuerpo ha respondido mejor al pedaleo: ya empiezo acoger buena forma. Pero estoy cansado y tanto mi trasero como yo necesitamos una parada técnica. Elegí Paracas, lugar marcado en cualquier guia turística como de interes por su Reserva Nacional de Paracas .Paracas (en quechua: para, ‘(lluvia) y Aco, arena, Paraaco "lluvia de arena" castellanizado a "Paracas"’. Lo cual da una idea de que seguimos hablando de zona desértica, lo que es en realidad casi toda la costa del Perú.
Y ahora me espera una camita de 1,30 para mi solo pero acostumbrado a dormir en el suelo me preocupa, jeje, Mañana, relax. Me voy a conocer la parte marina de esa Reserva Nacional.
ENLACE a las fotografías
Desde un punto de vista cronológico debo empezar por la salida de Lima. Arranque antes de la salida del sol y al amparo de las luces de la ciudad. Trataba de evitar el caos circulatorio pero desde Miraflores hasta alcanzar la Panamericana Sur y los sucesivos kilómetros fueron un cagarme de miedo por una carretera de cuatro carriles. Carajo, que largo se me hizo este trayecto.
No tuve la precaución de tomar nota del lugar donde pare a rematar la jornada pero tampoco me importa. En un momento dado note un amago de calambre en el muslo y la señal era clara así que par'e, pregunte y acabe acampado en una playa desierta. Pude cenar algo, eso si, a las seis de la tarde porque oscurecía y el tipo del único negocio abierto se iba de allí. Era un punto estrategico de reunión de surfistas, y no era de extrañar porque el oleaje era fortísimo. En las horas previas a dormirme me hice amigo de los dos perros del dueño del chiringuito, porque ellos se quedaban sueltos ejerciendo de guardianes. Me aceptaron bien, que yo creo que fue por lo malisimamente que olia después de la sudada y sin duchar. El caso es que entr'e en el saco dispuesto a dormir con una tranquilidad como nunca la tuve en una acampada en solitario. Los perros, de nombres Osama y Lobo fueron dos compañeros geniales, al punto que Lobo (este tenia que ser, jeje) paso bastante tiempo acostado frente a la entrada de mi carpa y así lo encontré al amanecer. Me gusto esta breve relación de amistad.
Madrugón al amanecer, coñazo para recoger y cargar el equipo en la bici y vuelta a la carretera a sufrir con los conductores. Esta segunda etapa no tuve problemas de calambres pero si de escozor y dolor del culo; aun ahora ando echándome aceitito del bueno en todo el ojete a ver si en un par de dias se me pone bueno. Y lo mejor de la jornada surgió a raiz de volver a las dificultades para alojarme. Entre una bien intencionada vendedora a pie de carretera y la policia de trafico me volvieron loco con la erronea información que me dieron. Me acerque a un puesto de fruta de los miles que hay en la carretera con el propósito de comprar agua y fruta para pasar otra noche de acampada en cualquier lugar pero hete aquí que esta gente me informa que me dejan montar la tienda en un cuartucho que no usan en la parte trasera y, además, que la mama me preparara la cena. Bueno, esto ya fue la leche... siempre es la gente humilde quien acaba sacándole a uno las castañas del fuego asi que como es logico acept'e. Conocí solo una parte de la familia pues son, los padres siete hijos y tres yern@s. Por ahí dejo alguna foto donde viven, que no es otro lugar que el verdadero desierto a pie de una vía super transitada. Y decir desierto es decir "la nada" donde solo se pisa arena y el agua la traen por encargo y la almacenan en en deposito exterior para recogerla con cacharros cada vez que la necesitan, porque tuberias no tienen. Y tampoco tienen luz electrica asi que se cena pronto y se va a la cama tempranisimo. Igual tiene que ver que en la casa hubiese tanto crío y dos jovencisimas embarazadas... igual si... y la ignorancia también, supongo. Bueno, por ahí queda también una fotografia con la hermosa y traviesa Belinda y dos de sus hermanos alguno de los cuales andaba descalzo como otros miembros de la familia, total, para pisar arena. Pues nada, que tuve que pasearlos en la bici y a cambio me "ayudaron" a instalar la tienda. A decir verdad me fui de alli apenado por esa gente, porque fue poco tiempo pero me bombardearon a preguntas, y por ellas, pude ver que viven en una ignorancia tan real como injusta. Luego ves en todas las chabolas como exhiben una bandera de su patria llenos de orgullo y claro, ellos no, pero yo me pregunto ¿de quien coño se enorgullecen?.
Y hoy mi cuerpo ha respondido mejor al pedaleo: ya empiezo acoger buena forma. Pero estoy cansado y tanto mi trasero como yo necesitamos una parada técnica. Elegí Paracas, lugar marcado en cualquier guia turística como de interes por su Reserva Nacional de Paracas .Paracas (en quechua: para, ‘(lluvia) y Aco, arena, Paraaco "lluvia de arena" castellanizado a "Paracas"’. Lo cual da una idea de que seguimos hablando de zona desértica, lo que es en realidad casi toda la costa del Perú.
Y ahora me espera una camita de 1,30 para mi solo pero acostumbrado a dormir en el suelo me preocupa, jeje, Mañana, relax. Me voy a conocer la parte marina de esa Reserva Nacional.
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