Esta jornada era, en principio, fácil, Tan solo 75 km
aproximadamente. Fue más de lo mismo respecto a días anteriores pero la
gran diferencia es que apareció terreno algo montañoso así que los últimos kms se
hicieron duros, especialmente antes y después de Rio Grande
(tiene nombre de pueblo del Oeste americano). Antes, porque tuve que cruzar un
angosto túnel excavado en la roca donde pasa uno y solamente un vehículo y sin semáforos o cualquier
otro método que regule el paso. Hay que acercarse a la boca del túnel, mirar al fondo y
si no se ven luces te lanzas a cruzarlo. Bueno, improvise con la linterna pero
tuve suerte y nadie me molesto. Y después de este pueblo hay
una subida de caerse de culo pero poco a poco, como no queda mas remedio, la subí y llegue al detino:
Palpa.
La curiosidad del día ocurrió muy cerca de la
entrada de este túnel. Encontré a dos mujeres entre
herramientas y muy tapadas (el sol arreciaba)
que manipulaban una hoya, como cocinando. Estaban "protegidas"
por dos conos de señalizalizacion de carretera. Yo, a unos
sesenta metros antes de llegar a su altura vi como una de ellas cogía tierra con las dos manos y la echaba
al cacharro del que salía humo. Ya a su altura, me pare, las
salude y pregunte que hacían allí. Pues aun ahora sigo
con un pasmo porque la respuesta fue exactamente "estamos tapando
agujeros". Se refería a tapar baches. Francamente, me quede
tan sorprendido que no me vi capaz de seguir indagando y me fui. Ahora me arrepiento pero me hubiese gustado
saber cosas como quien las contrataba, porque usaban aquel método tan rudimentario
que a mí me causa tanta incredulidad, etc., etc.
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